Sentía su ausencia como si una parte de mi se hubiese ido con él, un hueco que no pude llenar ni con lágrimas ni con comida ni conociendo nuevas personas.
Avancé con la idea de que tarde o temprano las cosas volverían a ser cómo en ese entonces, pero el tiempo transcurrió sin que sucediera nada en particular.
Quizás él también estaba esperando un mensaje mío diciendo que lo extraño tanto como extraño quien era yo en su compañía, sin embargo me dijeron que era mejor continuar así, y lucho contra las ganas de volver, sin importar cuánto vaya a doler, aceptaría incluso morir con tal de escuchar su voz una vez más...
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