martes, enero 24, 2023

Florecer.

Se tiñen de mi rojo mientras me acunan bajo el sol, ya no tengo energía, es por eso que sigo aplastándolas con mi pesado corazón.

El verano en el campo no es tan caluroso cuando el viento corre, o quizás me estoy enfriando. 

Mis labios se parten debajo del labial borgoña como las flores de mi vestido, flores borgoña como las que solían crecer en el jardín de casa pero que, un día, dejaron de florecer. Al igual que ellas, dejé de crecer, pero al contrario, jamás podré volver a florecer, seré solo raíces.

No llueve, el sol es radiante, pero mi rostro se siente húmedo; las flores se embriagan de mi dolor, y empiezo a recordar los veranos pasados cuando el campo con su silencio me consolaba. Ahora me despide con un clima agradable en compañía de los pájaros piando y las cigarras cantando, las flores beben , el sol brilla, el viento silba y de pronto todo desaparece, solo quedamos la noche y yo. 

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